Con gratitud, vocación y una historia marcada por el compromiso social, Marnié Conde asume la Dirección de Proyección Social de la USCO, decidida a tender puentes, construir región y transformar vidas desde la universidad que siempre soñó servir.
Periódico Desde La U
La historia de Marnié Conde con la Universidad Surcolombiana no comenzó con un cargo, sino con una decisión que cambiaría su rumbo profesional: estudiar una especialización en Derecho Administrativo, gracias a un convenio entre la USCO y la Universidad Nacional.
Aunque su formación no estaba en el campo del derecho, comprendió que dominar la contratación estatal sería una herramienta clave para los desafíos que intuía en su camino. Fue entonces cuando descubrió que la academia no solo otorga títulos, sino que transforma la forma en que se entiende y se vive el servicio público.
Años más tarde, el destino la volvió a conectar con la USCO. Esta vez, desde el Centro de Desarrollo Tecnológico Piscícola, donde trabajó en articulación con la Facultad de Ciencias Exactas. Allí encontró una universidad viva, dinámica, profundamente arraigada en su territorio y cercana a las verdaderas necesidades de la región. Desde ese momento, la USCO dejó de ser simplemente una institución académica y pasó a ser para ella un espacio de afecto, identidad y sueños compartidos.
A retribuir lo aprendido

Hoy, como Directora de Proyección Social, Marnié habla con una mezcla de emoción y gratitud. Sabe que su llegada a este cargo no es fruto del azar. Para ella, es la mano de Dios la que ha abierto los caminos, dándole ahora la posibilidad de retribuir lo aprendido con entrega, compromiso y propósito.
Asume este rol con energía, pasión y profesionalismo, convencida de que su misión va más allá de la gestión administrativa. Su meta es visibilizar el potencial de cada facultad, de cada dependencia, de cada persona que hace parte de la comunidad universitaria. Quiere tender puentes entre la universidad y el entorno, consolidar relaciones con entidades públicas y privadas, y posicionar a la USCO como un referente de transformación en el sur del país.
Su sueño de trabajar en la Universidad siempre estuvo presente. Durante sus años de estudio, se preguntaba cómo devolver lo que había recibido, cómo poner sus conocimientos al servicio de la misma institución que la formó. Hoy, ese anhelo se convierte en una oportunidad real: servir con empatía, acompañar a los estudiantes, y aportar a una región que necesita más manos comprometidas.
Sus expectativas
Cuando se dirige a los jóvenes, Marnié lo hace desde el corazón. Les recuerda que el camino profesional se construye con esfuerzo y pasión, pero también con humildad y con la certeza de que no están solos. Los invita a confiar en el equipo humano que tiene la universidad, a acercarse, a preguntar, a proponer. Desde la Dirección de Proyección Social les dice siempre habrá una puerta abierta para acompañar ferias, proyectos, emprendimientos e ideas con visión de futuro.
Las expectativas que rodean su gestión son muchas, pero su compromiso es claro: trabajar con dedicación incansable, escuchar con atención genuina y responder con soluciones que dejen huella. Porque más allá de los cargos y los títulos, lo que guía su labor es el profundo amor que siente por la Universidad Surcolombiana, y la certeza de que esta casa de estudios es, y seguirá siendo, un motor de esperanza, conocimiento y desarrollo para el Huila y para todo el sur del país.