Más de 5.000 mil habitantes del corregimiento El Juncal, en el municipio de Palermo, llevan aproximadamente 20 años exigiendo a los entes gubernamentales la construcción de un acueducto que cumpla con todas las normas exigidas por la ley, dado que a través de varias investigaciones se identificó que el agua que consumen tiene altos niveles de flúor.
Periódico Desde La U
Se pensaría, que el agua luego de pasar por una planta de tratamiento se podría consumir sin miedo alguno, sin embargo, este no es el caso de los más de 5.000 mil habitantes del corregimiento El Juncal, en el municipio de Palermo del departamento del Huila, pues ellos llevan aproximadamente 20 años exigiendo a los entes gubernamentales la construcción de un acueducto que cumpla con todas las normas exigidas por la ley, dado que a través de varias investigaciones se identificó que el agua que consumen tiene altos niveles de flúor.
Investigación de origen USCO
Gracias a una investigación en la que participó la docente e investigadora de la Universidad Surcolombiana, Ángela Goretty García Gómez y la ingeniera Kelly Meléndez, se logró determinar que al menos el 54% de la población de El Juncal, está en riesgo frente a los posibles efectos adversos a la salud debido a la ingesta de fluoruros. Esta indagación se propuso luego que se identificara en la población el reporte de varios casos de fluorosis dental.
De acuerdo con la OMS, los niveles permitidos de flúor en el agua son de 0,7 miligramos por litro y la exposición prolongada a niveles sobre los 1,5 miligramos por litro puede generar problemas en la salud. Así mismo, la norma colombiana determina que el límite permitido es de 1,0 ppm (partes por millón) y el muestreo que arrojó la investigación identificó que existen niveles de fluoruros de 1,610 ppm.
Es decir que los niveles de flúor encontrados en el Juncal, no solo sobrepasarían los límites impuestos por la OMS, sino que también lo indicado en la norma colombiana.
El estudio, se basó en el muestreo de agua recolectada en diferentes puntos del acueducto que surte a la población de dicho corregimiento. Así como, se realizó un análisis a la orina de los niños de la escuela, que arrojó la misma conclusión. Y es que además del agua que consumen, se suma algunos niveles de flúor de la pasta dental y alimentos procesado.

¿Fuente de vida o enfermedades?
La investigación, de origen USCO ha dado mucho de qué hablar, ya que luego de los hallazgos, los pobladores exigen a los entes gubernamentales una solución, han llegado hasta los medios nacionales para hacerle eco al peligro latente al que están expuestos y frente a ello la universidad desde el trabajo de la docente e ingeniera como investigadoras, han estado respaldando técnicamente la queja de la comunidad.
Uno de los trastornos más visibles en la comunidad frente a la salud, son los casos de fluorosis dental sobre todo en los jóvenes y niños, sin embargo, esto también podría llegar a provocar problemas cognitivos, cambios estructurales óseos como osteoporosis crónica, entre otras afectaciones considerables en la salud.

Actualidad de la situación y posibles soluciones
Dada la investigación adelantada, se determinó que el problema nace desde la captación del agua que está siendo atraída desde un poso subterráneo y la formación geológica del terreno en donde se encuentra ubicado el corregimiento El Juncal, pues la tierra posee esa característica rocosa en la que subyace los altos índices de flúor, no es resultado del manejo de las arroceras como se pensó en un primer momento.
Ante esta situación y luego de varios encuentros entre las partes competentes se han propuesto varias alternativas. Una de ellas es reubicar la captación de agua de manera directa desde río Magdalena, pero según dicen, quizás si se solucionaría el problema de la presencia de Flúor, sin embargo, acarrearía otros, que podría ser la presencia de micro plásticos, mercurio, entre otro elemento; y para determinarlo se tendría que empezar de cero una nueva investigación, además de la elevada inversión que representaría la construcción una planta nueva que costaría al menos 45 mil millones de pesos.
Por otro lado, se propone la creación de una Osmosis Inversa que trata de una tecnología de tipo tratamiento físico-químico que copia a la naturaleza para eliminar impurezas del agua, haciéndola pasar a través de unas membranas semipermeables. Esta solución, podría costar un poco más de lo expuesto anteriormente y ante ello la Alcaldía propone subirle el valor al servicio de agua, a lo que los pobladores se oponen.
Frente a toda esta encrucijada, por el momento y de manera transitoria, la administración del municipio de Palermo, está haciendo llegar carro tanques de agua para llenar la planta, pero esto no es suficiente dado que solo dura 5 días, así lo informó Iván Enrique Reyes, habitante líder atento a la situación.
Se suma también, que en la Escuela El Juncal, la empresa Keralty donó un Sistema de Potabilización de Agua, “que finalmente no sirvió para nada porque solo la potabiliza el agua, no le reduce los niveles de fluoruro que posee”, expresó Iván Enrique Reyes.
De manera que la situación continúa aún no han logrado solucionar el problema que ya responde a una problemática de salud pública que paradójicamente nace desde el consumo de un recurso vital que, a su vez, en este caso atenta contra la vida misma de muchas personas.