El buen funcionamiento de estos equipos depende del uso adecuado que se les dé, como respetar la capacidad máxima de cupo, no hundir todos los botones a la vez y ser usados, preferiblemente, por personas con dificultades de movilidad.
La Universidad Surcolombiana puso en funcionamiento dos ascensores ubicados en el nuevo edificio de la Facultad de Educación, con el objetivo de mejorar la accesibilidad para todos los estudiantes y comunidad académica.
Esta iniciativa hace parte de un esfuerzo realizado desde la Rectoría, en cabeza de Nidia Guzmán, y la Vicerrectoría Administrativa, para garantizar que todos los espacios del campus sean inclusivos.
Los ascensores, que están ubicados en los bloques 1 y 2 del nuevo edificio de la Facultad de Educación, cuentan con una tecnología avanzada y están diseñados para ser más espaciosos y eficientes, además, con una capacidad que permite el transporte de hasta 7 personas o 630 kg, máximo.
La Universidad Surcolombiana ha logrado hacer uso de una garantía para asegurar el funcionamiento de estos equipos, debido a que habían dejado de funcionar ante el mal uso que se les venía dando; afectando la movilidad de toda la comunidad estudiantil que padece de alguna discapacidad, teniendo en cuenta que los ascensores preferiblemente son de uso especial para ellos.
“Se han hecho varias revisiones, han estado funcionando; pero, se ha tenido inconvenientes por el uso que tienen. Hay que hacer algunas recomendaciones de uso”, indicó el ingeniero Claudio Mejia, representante legal del Consorcio Santa María 91-, encargado de construir las dos torres del edificio de la facultad de Educación.
El buen funcionamiento de estos equipos depende únicamente del buen uso que se les dé a estos aparatos; es decir, a la hora de subir, tener en cuenta la capacidad máxima de cupo, no hundir todos los botones a la vez, tan solo, al piso que se va a dirigir. Esto logrará optimizar un uso adecuado evitando daños en el equipo.
“Estos ascensores deben cumplir con unas recomendaciones de peso; los botones no se deben utilizar de forma descoordinada, únicamente los que se necesiten; hay que recomendarles mucho a las personas que lo usan que tiene un límite de cupo; cuando se sobrepasa este, los ascensores tienen unos sensores que automáticamente paran el funcionamiento, generando una alarma, por lo que tocaría reiniciarlo”, agrego el contratista.
Estos equipos, como mínimo, deben recibir mantenimiento cada seis meses para que estén en óptimas condiciones de funcionamiento, pero es importante que toda la comunidad académica acate cada una de las recomendaciones y así evitar afectaciones.
Actualmente se encuentra en funcionamiento el ascensor ubicado en el bloque 1 del nuevo edificio de la Facultad de Educación, junto a Ileusco, mientras que el otro que está en el bloque 2, se encuentra apagado (aunque está funcionando) debido a los mantenimientos y arreglos que se están llevando a cabo en este edificio.
Finalmente, la universidad invitó a toda la comunidad universitaria a hacer buen uso de estos ascensores, y así no afectar el acceso a aulas a estudiantes que, por alguna situación, tienen dificultades de movilidad.
